El 1º Plan Quindimil

Argentinos y argentinas:

Soy mujer… …y como tal puedo ser madre. Y como les anuncie en mi post anterior, en donde acepte el mandato popular que ustedes y mi pueblo (parisino, como ya saben) me a otorgado la maternidad de todos aquellos políticos a los que ustedes bien llamaban sin aún saberlo hijos míos.
Quiero ahora, en esta ocasión revelar la identidad de dos hijos míos que también debo reconocer, y los adopto como tales por la sencilla razón de que los tenían abandonados en el olvido del resentimiento oligarca y golpista.
Es por eso que yo, como mujer y asumiendo en compromiso parcial de ser su PresidenTA, aunque por esto se que me va a ser más difícil. He decidido restituir a estos hijos de la patria olvidados por inútiles e inmorales –según la opinión de los que dicen saber (y saben)- para que así no existan discriminaciones y medidas golpistas.
Antes que vengan las botas, y para aquellos dormidos que aún no saben me refiero a la mega exposición mundial de botas que este gobierno ha anunciado, les anuncio la reincorporación in moral que a través de las medidas prepoteadas reivindicaremos desde esta Presidencia la vigencia y valor de mis hijos, que poniendo en vigencia la innecesaria nueva ley del nombre reconoceré con mi apellido; ellos son: Agio Fernández y Especulación Fernández,
La vieja ley de abastecimiento, ya que en el Abasto no existe mas el mercado, la llamaremos de desabastecimiento que siempre estuvo vigente, culpa también de la nefasta década del 90 y del golpe del 55.
Es por ello y sin escatimar esfuerzos reclamo para mi la maternidad y toda la responsabilidad que implique estas medidas.
El país ha probado recetas foráneas para toda clase comidas, pero ahora con el nombramiento de Agio, Especulación y Desabastecimiento volveremos a nuestra secas raíces de la verdadera patria (Cuba).
Estas medidas son, por si aún hay alguno que no lo sabe, otra de las recetas propias que este gobierno nacional y popular ha re implementado para su propio beneficio (o sea el mío)
Además con ello reestablecemos los derechos de quienes por años habían sido desaparecidos y les daremos a ellos la indemnización correspondiente.
Y todo aquel, que sin lugar a dudas no quiera sentir el tronar del escarmiento, y tenga cierta edad, sabrá lo que les digo. Harina también sugiero y leche en polvo.
Quien sepa guardar podrá, también, invertir en mí una docena de huevos para el día en que como todo termine y grácilmente ofrecérmelo en el rostro como ofrenda de agradecimiento por estas mediadas.
Quiero para terminar recomendarles que todos salgan en fila india cantando “Madre Carajo” y pasen por un Día a comprar alimentos no perecederos porque YO su PresidenTA se que pronto los van a necesitar.
¡Viva la Santa Cristinisación!